Mantenimiento de armas para caza menor
La caza menor es aquella que se hace sobre animales salvajes menores en tamaño que un zorro común. La caza menor además de ser considerada por muchos como un deporte, es también un negocio, y no necesariamente para los cazadores. Aunque muchas personas no lo crean, son impresionantes las cifras que pueden gastar los cazadores de todo el mundo en escopetas, rifles, munición, equipo, perros y desplazamientos. Tomando todo esto en cuenta, es seguro decir que la presa capturada le resulta mucho más cara al cazador, que si la hubiese comprado en un mercado.
Es usual que este tipo de caza se realice con la ayuda de un perro. Sin embargo, la caza menor se conoce por el tamaño de las presas y no por la forma misma de la caza. La caza menor se lleva a cabo sobre animales pequeños, y eso es lo que la diferencia, y la caracteriza sobre otros tipos de caza.
Cuando termina la temporada de caza, muchas personas simplemente guardan sus armas sin siquiera aplicarle los cuidados más básicos, al hacer esto, estamos garantizando que cuando queramos utilizarla de nuevo, el arma no esté en óptimas condiciones.
Lo primero que se debe hacer es limpiar el cañón y todas las piezas metálicas del arma. Para esto, se debe desmontar el arma y limpiar el guardamano y el cañón con paños suaves de algodón para eliminar el exceso de aceite. Hay que prestar especial atención al cañón, ya que al disparar, quedan residuos de pólvora, lo cual puede ocasionar que éste se dañe. El cañón se limpia con unos artefactos llamados baquetas, las cuales se encargan de eliminar la suciedad y los residuos. Para proteger el cañón por fuera, basta con limpiarlo con un trapo con aceite.
Otra cosa que debe tomarse muy en cuenta, es el mantenimiento de la madera del arma, ya que si está muy seca, puede agrietarse de forma que puede ser incómoda al manejarse, así como también afectar la puntería de quien la maneje. Esto se puede evitar pasando un trapo húmedo con regularidad por la madera, para evitar que la suciedad se incruste. Con un trapo de algodón, también se debe aplicar una capa de restaurador de madera que mantendrá la humedad necesaria para evitar que futuros daños.
Por último, debemos destensar el martillo del disparador y devolverlo a su forma inicial cuando quitemos la munición, al terminar una jornada de caza. Esto ayudará a que el arma esté lista para utilizarse en el momento en que sea necesario.
La mayoría de los productos necesarios para realizar un correcto mantenimiento de las armas, son fáciles de conseguir en cualquier armería Barcelona.
Cabe destacar que a pesar de todo, ésta es un práctica que se realiza con armas de fuego, y hay que ser cuidadoso todo el tiempo que se esté portando una; no únicamente en el momento de cazar, también al regresar al domicilio y especialmente cuando las limpiamos. No se puede olvidar que estamos “armados” en casa. Los accidentes que ocurren en el hogar mientras manipulamos armas de caza son escasos, pero cuando se producen suelen tener graves consecuencias.